Joaquina: La inteligencia Divina no está sometida a los criterios del ego y sus irregularidades para enseñar. El ser humano va perdiendo su felicidad en el momento que entra en los conocimientos cognitivos porque empieza a pensar que no tiene capacidad para esos conocimientos. No se le prepara su cerebro para que esté esponjado y esté libre de comparación y pueda entrar todo dentro de su cerebro.
Jon: Y ¿Qué hace la inteligencia?
Joaquina: La inteligencia hace lo siguiente: te permite tener una visión global de ti mismo y luego la propia inteligencia va haciendo como un embudo, y para hacer ese embudo hay que buscar el propósito. Primero vas a conectar con la inteligencia y ver cómo funciona. Vas a ver cómo permea, se ablanda y se estructura. Luego vas a encontrar el deseo sobre la condición Divina y ver cómo la inteligencia desde lo global al detalle consigue tu cualidad. Y cuando te des cuenta que de lo global al detalle surgen cosas que condicionan tu cualidad, ya sabes que te estás equivocando. La inteligencia revisa tus conceptos globales para que al bajar al detalle sean correctos.
Jon: ¿Puedes ponerme un ejemplo de inteligencia Divina con….el amor?
Joaquina: Bien, imagínate que tu cualidad Divina es el amor, y en la visión global el amor es el concepto de que todos estamos dentro de un lugar donde el bienestar y la felicidad es el sueño. Y empiezas a bajar al detalle, y de pronto empiezas a pensar que te tienen que querer, que hay gente que no te quiere. La inteligencia te pregunta: ¿Eso te está llevando a donde querías o te está alejando? Conectado así, la inteligencia limpia, ella sola, el rencor. Tú no tienes que hacer nada.
Jon: ¿Cómo?
Joaquina: Cuando te pongas a hacer el análisis de la inteligencia tienes que sentir la paz interior y decir: ¿esto provoca la paz, o me la está quitando? Si soy amor, ¿qué hago revisando lo que no es amor? Al detalle solo tengo que traer las cosas que son amor y las cosas que no son amor tienen que desaparecer de mi visión global. Si en este momento no tienes la paz interior para hacer la revisión de la inteligencia, te sentirás culpable, porque muy probablemente más del 80% de tu vida no haya sido a través de la inteligencia, sino a través del conocimiento. Entendiendo la inteligencia como esa mirada que va de lo global al detalle, solamente para aquello que sea tu propósito, sea lo que fuere.
Jon: Por ejemplo, si voy a cocinar, debo mirar primero la cocina para pasar al plato que deseo cocinar. Si voy a hablar debo ver globalmente de qué quiero hablar y luego ir al detalle.
Joaquina: Sí, hacer esto te convierte en una persona inteligente las 24 horas del día. La naturaleza da y recibe, el ser humano es empático y simpático, y el ser superior es inteligente y sabio. Cuando estás con la inteligencia todo lo que se produce es necesario para el momento, y lo que no lo es, no se produce. Los conocimientos vienen solos. Este es un concepto difícil de digerir para aquellas personas que han valorado mucho los libros y los conocimientos que han adquirido con mayor o menor esfuerzo y que además les gusta mostrarlos basando su inteligencia precisamente en ellos.
Jon: Entonces ¿todos los libros que he leído no valen para nada?
Joaquina: No es que no valgan, es que son insuficientes para relacionarte con la persona desde la inteligencia. Tienes todo el conocimiento y cuando ves la meta y el fundamento, el propio sistema va quitando todo lo que no vale y se queda con lo que necesita. No se trata de que ahora dejes de ser arquitecto o historiador, pero si de que la esencia no sea condenatoria del que no sabe. El conocimiento es condenatorio del que no sabe.
Jon: ¿Es esa es la gran diferencia?
Joaquina: Una conversación de gente inteligente es muy diferente a una conversación de gente con conocimientos. Las personas inteligentes todo lo que aportan es para que todo sume y para no dejar a nadie en evidencia. Los de conocimientos dejan a todos los demás en evidencia. Esa es la gran diferencia. Y eso no quiere decir que en las conversaciones no tengas que poner los conocimientos. Éstos son necesarios, pero en un contexto concreto. Y en ese contexto concreto nadie queda en evidencia porque todos los participantes se encuentran en ese mismo concepto. Debes tener en cuenta que tu parte Divina sólo se conecta con la inteligencia, la cual es universal, no personal.
Jon: ¿No se conecta con el cuerpo ni con la emoción?
Joaquina: No. Debes reconocer que tu condición Divina te da paz a ti. Y desde ahí tendrás una empatía natural. Ahora nos estamos metiendo en la inteligencia. De su mano nos estamos metiendo que lo que lees tiene que tener un mundo práctico y experiencial. Leer por leer es un agotamiento absolutamente intelectual, que convierte el cerebro en un ser anodino y muchas veces arcaico y conservador. Hay que leer desde la inteligencia, para lo que necesitas. Tienes que llenarte de los conocimientos que te hacen crecer en lo que eres, no los que te hacen crecer para aparentar que eres. Si recoges todas las fuentes, todas las bibliotecas de este mundo y haces un embudo y decides para qué necesitas todo esto, que luego sea tan sabio que sea útil para el mundo.
Jon: Es decir que, si soy un creativo conceptual, tengo que darme cuenta de que si mi propósito es “A” tengo que leer libros que me hagan crecer conceptualmente.
Joaquina: Cualquier libro tiene que estar fundamentado en lo que tú eres. Si los libros que lees son de entretenimiento y tu cabeza después entra en pereza, te lo tienes que plantear. Hay que cuidar la expresión del conocimiento para que nunca quite la paz a quien lo escucha. Cuando tienes la capacidad de coger toda la inteligencia de lo global y llevarla al detalle, lo que te hace es respetar muchísimo el entorno. Por ejemplo, imagínate que eres profesor y cuando haces tutorías, toda tu inteligencia expresada ahí es de una grandeza enorme porque lo que haces es apoyar la investigación. Pero luego en contextos donde las personas no tienen esa doctrina, llevarlo a un terreno de máxima sencillez sería lo adecuado para llenar de simpatía tu yo y los yo que están cerca. Es el momento de plantearte si es útil o no lo que estás haciendo, entendiendo qué has traído al mundo y para qué lo has traído. Si has traído amor, toda tu inteligencia tiene que estar en desarrollar ese amor.
Jon: ¿Quiere eso decir que las personas que traen amor no tienen que ser intelectuales?
Joaquina: No, pero su forma de expresar la intelectualidad hace crecer el amor en su entorno. Todo el conocimiento que tienes tiene que estar incluido en el mundo global. Mundo global quiere decir que no es tuyo, que forma parte del Universo, que no es tu propiedad, y que tú recoges de eso únicamente aquello que necesitas para el momento. La inteligencia es universal y no es tuya. Todo lo que quieras llenar a esa inteligencia en tu devenir diario, vuelve a subir a lo universal, no es tuyo. La inteligencia no parte de que encuentres en lo que lees, sino en que tú leas lo que necesitas. De otra manera es un ejercicio de conocimiento que agota la inteligencia. A partir de ahora debes elegir los libros, las conversaciones, los momentos, los canales, con una intención previa.
Notarás que entras en una biblioteca y escoges libros de acuerdo con lo que tu inteligencia global necesita en este momento para tu cualidad. Y te ayudará hasta que las palabras que digas generen esa cualidad y no una reacción. A partir de este momento todo lo que recoges está en éste canal. No tires abajo lo que has leído, ofréceselo al universo, ya no es tuyo. Todo incluye lo positivo y negativo.