Estamos en un inicio de primavera salpicada de verano y apetece salir, comer fuera, disfrutar del sol y de las terrazas. Sentados en una de ellas hablamos de alimentación.
Jon: ¿para qué es importante saber nuestras necesidades alimentarias en esta época del año?
Joaquina: Es importante saberlo en todas las épocas ya que cada una tiene sus necesidades, sus estados emocionales que nos arrastran a adiciones descontroladas, sus órganos dominantes… En fin, muchos factores que pueden inferir en nuestra felicidad durante cada estación.
Jon: Y la primavera ¿es especialmente importante?
Joaquina: Es importante entender la influencia de la primavera en nuestra alimentación, aprender a nutrirnos con las pautas más favorables, innovar y crear en nuestra forma de cocinar y comer, y disfrutar de la cocina primaveral.
Jon: En este contexto, ¿de qué depende la primavera?
Joaquina: Nace del autoconocimiento y busca la autorregulación. El viento la mueve para que aprenda a regular sus valores y se relacione con los otros. Esos vientos revuelven los apetitos haciendo que los deseos se descontrolen. Genera caprichos y adiciones. La voluntad para cuidar el cuerpo es un primer paso para la tranquilidad que necesita la primavera.
Jon: ¿Qué otras necesidades tiene?
Joaquina: Esta estación tiene una serie de necesidades muy específicas: Amor de la madre. Aceptación del padre. Una casa para recibir amigos y sentirse en clama. Disfrutar para sentir que la vida merece vivirse. Respetar las normas y ponerse límites.
Jon: Respecto a la alimentación, apetecen los helados y los fritos…
Joaquina: Viendo los alimentos que te atraen puedes ver si estás en un equilibrio constructivo o destructivo. Si estás en el primero te atraerá el aceite de oliva, la manzana amarga, los frutos secos crudos, la alcachofa, el limón, la naranja y la lechuga. Los alimentos que atraen desde el equilibrio destructivo son: grasas animales, chocolate, mahonesa, nata, helados, fritos, aguacate, huevos, panificaciones aceitosas y alcohol. Por eso, las enfermedades que se propician son del hígado por desmedida: demasiada comida, bebida, sexo, etc. Además, la tendencia al exceso de grasa en la alimentación provoca alto colesterol.
Jon: Y todo eso me imagino que tiene sus implicaciones en el desempeño laboral.
Joaquina: Las rutinas alimentarias propias del invierno son la base para regular los apetitos de la primavera. El desorden que provoca la falta de rutinas debilita las capacidades intelectuales y el orden en el trabajo. Vencer la pereza y astenia primaveral nos posiciona en nuestro potencial creativo. A mayor astenia, mayor rechazo al esfuerzo creativo.
Jon: ¿Y el mundo emocional?
Joaquina: Las emociones son muy volubles. Las más negativas son la intolerancia y la impaciencia. También tendemos a irnos a los extremos: somos impulsivos o disciplinados en exceso; o somos autocomplacientes o autoexigentes en demasía. Hay una relación biunívoca entre la alimentación y la emoción: Las emociones afectan a nuestra alimentación, y la alimentación va a influir sobre nuestras emociones.
Jon: Eso quiere decir que podemos cambiar la emoción a través de la química que la provoca ¿no?
Joaquina: Así es. Se pueden equilibrar la astenia, la agresividad, la tensión muscular, la alergia, la euforia desbordada o la obstinación.
Jon: Vale, y además de la comida ¿hay algo que nos pueda ayudar?
Joaquina: Claro. El ginseng para incrementar la vitalidad, la actividad mental y fortalecer el estado físico. El cardo Mariano y la achicoria para la facilitar la desintoxicación del hígado. El boldo, el diente de León y cardo Mariano para los cálculos biliares. Para tratar la astenia, la jalea real, y Polen a la 30 CH. Además de zumos naturales recién exprimidos de fresa, manzana o limón. También tomar alimentos ricos en Vitamina A, B1, B2, B6, B9, B13, C y E, minerales como el cobre, el cobalto y el magnesio.
Jon: Como en todo consejo sobre alimentación que se precia, también habrá que evitar algunos alimentos
Joaquina: Sí, hay que evitar todos los alimentos que nos exciten: Cafeína o teína, alimentos fritos, carne roja, canela, todo tipo de picantes. quesos grasos o muy curados, y clara del huevo.
Jon: Oído cocina. ¿Algunos consejos más?
Joaquina:
1 día a la semana de fruta: 1 día de fresas (1.5kg) 1 día a manzanas.
Ayunos depurativos.
Cura del zumo de limón.
Evitar los dulces y los helados.
Utilización de hierbas y sal marina.
Utilización de miel y fructosa para endulzar.
Cocinar dándole el tiempo a los ingredientes.
Utilizar temperaturas medias o bajas en la cocina.
Incrementar la proporción de alimentos crudos a través de ensaladas creativas, y coloristas.
Innovar y experimentar con recetas e ingredientes nuevos.
Delicadeza y cuidado en la presentación de los platos y la mesa.
Sentarse a la mesa relajado.
Insalivar bien los alimentos.
Evitar confrontaciones o discusiones en la comida.
Cocinar con un pensamiento de amor a lo que se está haciendo.
Cocinar con la conciencia puesta tanto en los alimentos, para poder nutrirnos con lo mejor de ellos, como en las personas para las que se cocina.
Como colofón a esta entrada voy a poner unas listas con los alimentos de temporada:
Verdura
Acelgas. Acerola. Alcachofas. Apio. Calabaza. Cebolla. Cebolletas. Coles de Bruselas. Endivias. Espárragos trigueros. Espárragos blancos. Espinacas. Guisantes. Habas. Judías Verdes. Lechugas. Lombarda. Nabos. Pimientos Verdes. Puerros. Remolacha. Repollo. Tomates. Zanahorias.
Fruta
Albaricoques. Aguacates. Brevas. Frambuesas. Fresas. Fresones. Limones. Kiwis. Manzanas. Melocotón. Naranjas. Níspero. Piña. Plátanos. Pomelos. Sandia.
Pescados
Mejillones. Ostras, Anchoas. Atún. Lubina. Cabracho. Congrio. Merluza. Arenque. Bonito del Norte. Centollo.
Carnes
Cordero. Pollo. Pavo. Conejo. Oca. Ganso. Pavo silvestre.