El principio de la primavera es una explosión de vida. El sol mas cálido, los animales más vivos y las flores brotan con fuerza. Ya nos lo venían avisando los almendros. Sin embargo, a nosotros nos interesa la autoridad.
Jon: Estuve ayer en una sesión de coaching, y la persona tenía dificultades con la autoridad. Le costaba diferenciar la obediencia. Su rebelde interior la equiparaba a la sumisión.
Joaquina: Obedecer es el resultado de haber experimentado tu realidad, manifestarse sobre lo que uno ha experimentado. Someterse es vivir una idea y manifestar otra. Para obedecerte hace falta confianza, es decir, tener autoría sobre una idea que tiene elementos observables para llegar a ser válida para uno mismo. Es el inicio de tu autoestima y crece cuando aceptas llegar a experimentar su validez. La seguridad, por otro lado, es creer en tu idea y actuar en consecuencia. Es la expresión de tu autoestima y se vive cuando eres coherente con los resultados.
Jon: Entonces, si te estoy entendiendo bien, obedecerte te lleva a manifestar la idea que es propia y genera más seguridad en ti. El sometimiento te lleva a vivir una idea y a no manifestarla por falta de decisión sobre ella, y como consecuencia te lleva a perder la seguridad.
Joaquina: Todo viene de la expresión de la obediencia familiar. Naces y reconoces tu independencia. Aceptas que vienes de madre y padre y aceptas el reto de crecer desde ellos mediante su enseñanza. Experimentas el intercambio entre tu opinión y la que surgió con ellos, experimentando lo válido para ti. Actúas desde este resultado sin repetir aquello que no fue válido. Haciendo todo esto, la idea se integró en ti y forma parte de tu vida.
Jon: Y eso trasladado a la obediencia en general ¿cómo sería?
Joaquina: Un día decidiste confiar en una idea, aceptaste darle el tiempo que necesitaba para crecer dentro de ti. Luego pusiste tu chispa y empezaste a experimentar si era lógica y funcional. Cuando comprobaste su utilidad empezaste a decidir y actuar en base a ella. De esta manera la idea se integró en ti y forma parte de tu vida cotidiana.
Jon: ¿Cómo sé si estoy obedeciendo o no?
Joaquina: Hay dos actitudes que indican que no obedeces. Por un lado, manifestarse sin haber experimentado la idea. Eso lo hacen personas que son muy delicadas en sus formas.
Jon: Como yo.
Joaquina: O paralizarse a pesar de que se ha comprobado la eficacia de la idea. Estas personas son más bruscas en sus comportamientos.
También puedes aplicarte este test de obediencia:
Si tienes fuerza y valentía: Confianza
Si te mueves con calma: Tolerancia
Si sonríes cuando experimentas necesidad de cambio: Creatividad y motivación
Si tus actos son decididos y con optimismo: Seguridad
Si no esperas resultados: Desapego – Perdón