Con mucha ilusión te comparto un maravilloso libro que ha visto la luz: “Manual del lenguaje no verbal” de mi querida amiga, y alumna destacada de muchos años de Joaquina Fernández, Arantza Zeberio.
La comunicación no verbal (CNV) es un sistema de expresión por el que nuestro inconsciente se manifiesta. En términos más concretos, se trata de un conjunto de signos mucho más complejos que el lenguaje verbal humano y con mayor contenido en cuanto a lo que expresamos tanto voluntariamente como involuntariamente. Esto se refiere a todo lo que hace referencia al “cómo se dice”: gestos, expresiones faciales, movimientos corporales, o el espacio que nos separa a unos de otros.
La CNV se produce a través de sutiles conexiones que emanan de nuestro interior en busca del exterior, con una necesidad imperiosa de mostrar partes a las que no sabemos ponerles palabras adecuadas. En muchos casos porque nos resulta inadecuado el sentimiento que las arropa y en otros porque nos parecen de tan alta intensidad que las palabras parecieran cortas, inexpresivas y hasta vacías, para expresar la complejidad de nuestra alma.
Por ello, la CNV refleja algunas características de nuestra personalidad, donde una parte de la historia personal queda expuesta en cada uno de los movimientos que hacemos acompañando, y en muchos casos contradiciendo, lo que decimos con nuestras palabras. De este modo, encontramos en la CNV una ayuda tanto para la comprensión del otro como para un diagnóstico personal.
Una de las grandes razones por las que la comunicación no verbal tiene reconocida su existencia, es porque va más allá de conocer qué hace una persona cuando se mueve. Con ella podemos aprender en profundidad el comportamiento, conocer los ítems que lo identifican y darnos cuenta de que la musculatura del cuerpo se afianza con el paso de los años y nos muestra nuestra preferencia.
Eso nos ayuda a entender las grandes diferencias entre hermanos si analizamos el conjunto familiar. La forma de comportarse en lo no verbal es distinta, pues reciben mensajes diferentes, ya que lo captan desde distintos lugares y percepciones. Eso configura su forma de comunicarse en lo no verbal.
En definitiva, la comunicación no verbal nos permite dilucidar la situación emocional en la que se encuentran los que nos rodean, pudiendo intervenir adecuadamente y favorecer las relaciones. Nos permite acompañar a los otros, a la vez que diagnosticar nuestra situación en relación con ellos y nuestro entorno.
Si te interesa este apasionante tema, te invito a comprar el libro de Arantza donde se han vertido claves importantes para nuestro autoconocimiento.