Llevamos dos días en Londres atendiendo una serie de conferencias muy interesantes. Son las 8 de la tarde y el oscuro cielo inglés nos escolta en el camino hacia un restaurante cercano. Nos sentamos en una mesa junto a la ventana y el agradable susurro de las voces de otros comensales hace que hablemos de comunicación.
Joaquina: La importancia de la comunicación radica en la capacidad de escuchar y hablar lo que cada uno piensa con el fin de conseguir intercambiar ideas que aporten sabia nueva a la relación interpersonal, profesional o cotidiana de los individuos. El encuentro en sí mismo puede ser válido, sin embargo, la habilidad que poseemos para expresar lo que realmente queremos, en el tiempo y medio adecuado, es importante para desarrollar una mejor relación con el entorno. Una falta de fluidez para pedir algo, anular una entrevista, buscar el trabajo apropiado, requerir una ayuda, etc., acaban generando malestar y a veces una baja autoestima de difícil resolución, agravando esta situación cada vez que se repite la dificultad.
Jon: Sí, lo que andamos buscando todos es conseguir optimizar nuestra comunicación y obtener de resultados. Eso es asertividad ¿no?
Joaquina: Asertividad es la capacidad de autoafirmar nuestra idea, sentimiento o nuestra ética frente a los demás sin agredir ni ser agredidos, aumentando nuestra capacidad de transmitir nuestras opiniones desde la claridad, concreción, con fuerza y flexibilidad, llegando al fin que queremos sin pasar por encima de los demás. El principio de la asertividad está en conseguir lo que se desea sin dañar el interés de los otros. La asertividad que construye, donde los datos quedan al aire y hay transparencia, es un medio de persuasión; la que destruye es manipulación y no queda nada claro.
Jon: Entonces, para ser asertivo hay que ser consciente de tu individualidad y de los derechos de los demás.
Joaquina: La asertividad es, por encima de todo, un medio de ser eficiente, resolviendo cualquier conflicto ante los demás, consiguiendo resultados altamente positivos para todos. Es ser claro, concreto y preciso, con amabilidad y fuerza para llegar al fin que queremos. Lo que obtienes con la comunicación asertiva es más seguridad en ti mismo, resultados positivos, comunicación más eficiente, y respeto a los derechos de otros. La asertividad siempre te hace encontrar un punto de luz para caminar sobre la comunicación.
Jon: ¿Qué papel juega la integridad en todo esto?
Joaquina: Se puede ser íntegro siendo asertivo, pero no se tiene por qué ser asertivo siendo íntegro. Asertividad es la capacidad de transmitir lo que se es y lo que se piensa. Ser íntegro y aprender asertividad es todo un éxito. Ser no íntegro y querer ser asertivo es imposible. Un asertivo nunca compite y jamás dice lo obvio, nunca plantea un estado de discusión, sino de clarificación. En la asertividad es muy importante la autoafirmación. La asertividad está en uno mismo, y si uno es asertivo nadie podrá quitarle a uno su idea.
Jon: Recuerdo la escena de la maravillosa película “Adivina quién viene a cenar esta noche”, donde Sidney Potier habla con los padres de su prometida, encarnados por Katherine Hepburn y Spencer Tracy, y es totalmente asertivo en su exposición de las razones que le llevan a tomar ciertas decisiones. El pensamiento que tiene de las cosas es tan asertivo que no puede tirarse abajo. Está perfectamente elegido el momento y el lugar del encuentro para escuchar al otro y expresar absoluta claridad en el mensaje.
Joaquina: No se puede saber si se esta en el momento adecuado con el oyente apropiado, o de la forma apropiada si realmente no se mira a quien nos rodea. La asertividad es el segundo elemento para conseguir tener una conversación lucrativa y llena de éxitos. El primero es escuchar, el segundo es ser asertivos, decir lo que se quiere en el tiempo y la forma adecuada. Eso es lo que hace crecer las relaciones interpersonales. No vale de nada generar un malestar en el otro o crear un estado de fricción, de lo que se trata es que ambos estén en el mismo bando y los dos se tienen que lucrar. Así en la asertividad se trata de que las dos partes ganen y ninguna pierda. Un ser asertivo consigue hacer crear en el otro una conciencia de progreso y éxito que le llevará a valorar la asertividad, la capacidad de trabajo y su función en esta vida
Jon: ¿Cuál es el proceso para ser asertivos?
Joaquina: Lo primero escuchar al otro. Escuchar lo que dice aislándonos de nuestros puntos de vista o nuestras circunstancias hasta que acabe lo que quiere decir. En segundo lugar, decir exactamente lo que se piensa. Expresar los pensamientos sin pedir disculpas evitando gritar lo que se desea decir ya que indicaría inseguridad. El tercer punto es la definición de la acción a realizar. Se debe indicar clara y directamente. Clarificar los resultados sin bromear ni insistir sobre ello. Por último, plantear alternativas completas.
Jon: ¿Qué te parece si hacemos un chequeo para ver cómo de asertivo soy?
Joaquina: Vale, mira a ver cuántas de estas cualidades tienes:
Activo.
Directo, claro y oportuno.
Te comunicas en el nivel verbal, emocional y simbólico.
Aceptas a las personas.
Tienes autoridad, pero no abusas de ella.
Defiendes lo que deseas respetando a los demás.
Eres responsable de ti mismo, no de los otros.
Sabes que te mereces el respeto, no el afecto.
Jon: A mí me faltan muchas, pero se quién las tiene todas: Gary Cooper, en la película “El manantial” en el alegato final del juicio.
Joaquina: Una persona asertiva no puede buscar ser amada pues cambiará para ganarse el amor de los demás. A los asertivos solo los quieren una pequeña minoría, tienen ganado el respeto de los demás, pero no el cariño. Asertividad es mostrarse, entregarse, no importa los resultados, hay que estar dispuestos a aceptar el error, la crítica, por encima de todo hay que llegar a la meta que se ha propuesto.
Jon: Me viene a la cabeza otra película: “Salvar al soldado Ryan” Tom Hanks no conoce al soldado Ryan, ni le importa quién es, pero aceptó el trabajo y su misión es defender ese trabajo y ser asertivo en ello por encima de todo. El momento de tensión lo rompe haciendo que las mentes se desvíen hacia una porra que hay sobre su profesión de civil.
Joaquina: Eso es asertividad, saber buscar el momento, el instante y no tener ningún problema para decirlo. Estar quietos, templados, serenos, y hacer la cuña para que todo funcione.
Jon: Habrá unas técnicas y unas reglas para ser asertivo ¿no?
Joaquina: Claro, hay que ser persistente, con transparencia en los datos, automostrarse aceptando los errores propios, no poner resistencia ante las críticas de los otros y asumir la responsabilidad de viabilidad de lo que se desea como resultado. Las reglas son sencillas:
- Tener algo que decir
- Capacidad de síntesis
- Generosidad. No – competitividad
- Valoración de ambas partes. Las dos deben beneficiarse del resultado
- Diálogo constructivo y dinámico. Nunca tenso ni crispado
- Respeto y escucha
- Desapego a los resultados
Aprende de lo que hablas y habla de lo que vives. La asertividad no mueve sentimientos, mueve realidades.