Decía Aristóteles que “Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito”
Joaquina: Para llegar a los hábitos hay un recorrido que empieza en la misión, generada por el pensamiento; sigue por la visión, generada por el sentimiento; luego se llega a la acción desde los valores; y finalmente están los hábitos, que forjan el carácter y te conducen a tu destino.
Jon: Entonces podemos decir que la misión es la formación del pensamiento para llegar a un destino.
Joaquina: Así es, y la misión de una persona nos habla de 3 cosas: La razón de la existencia de la persona, el propósito básico hacia el que apuntan sus actividades, y los valores que guían esas actividades. La misión es un sentido de propósito que te atrae hacia el futuro y tiende a unificar tus valores, creencias, acciones y da sentido a tu “idea” de quién eres y para qué estás aquí. La manifestación de la misión otorga dirección y sentido a tu vida y se manifiesta muchas veces disimulada y otras abiertamente, entre los intereses, deseos, necesidades y objetivos generales de tu vida.
Jon: Entonces la visión…
Joaquina: La visión describe las metas de medio y largo plazo de esa persona. Es “externa” y describe de una manera visionaria cómo quiere el individuo ser percibido por el mundo
Jon: ¿Cuáles serían las principales diferencias entre una y otra?
Joaquina: La Misión mira hacia “adentro” de la persona y le da sentido, la Visión lo que hace es mirar hacia “afuera” La Misión tiene su horizonte en el mediano plazo, acentuando los aspectos que se deben cambiar, mientras que la Visión se orienta al muy largo plazo, en el sentido de rescatar la identidad, los aspectos inmutables esenciales.
Jon: ¿Cuál sería el objetivo de la misión?
Joaquina: La misión que la propia persona se asigna tiene uno de estos tres objetivos: Trascendencia social, resultado económico, o éxito. Cuando tenemos una dirección en la vida, relacionada con nuestra misión y visión, los objetivos por los que merece la pena esforzarse son aquellos que pueden llevarnos o acercarnos a su logro. Los objetivos orientados hacia tu misión se consiguen mediante acciones que pones en marcha en los diferentes “roles” que desempeñas en tu vida y en los diferentes “entornos” en los que te desenvuelves. Lo que haces en cada momento para cumplir tu misión emerge de ti y va generando el concepto de identidad, aquello con lo que identificas o no de ti mismo.
Jon: Justo antes de los hábitos has mencionado la acción.
Joaquina: La acción está unida a los valores, que son estructuras cognitivas que sirven para: gobernar la cotidianidad, absorber la complejidad, dar sentido a los objetivos de acción, y legitimar las instrucciones. Lo podemos ver como un bien que justifica acciones pasadas y legitima actos futuros.
Jon: Entonces son los referentes internos de la acción del hombre, reconocidos como algo positivo.
Joaquina: El pensamiento está condicionado por los orígenes, el sentimiento tiene la dificultad de su gestión, y la acción queda bloqueada si no hay rutinas generadoras de hábitos.
Jon: Y por fin llegamos a los hábitos.
Joaquina: Sí. Los hábitos son pautas consistentes, a menudo inconscientes, que de modo cotidiano y constante expresan nuestro carácter y generan nuestra efectividad. Son una suma de conocimiento: qué hacer y por qué, capacidad: cómo hacer, y deseo: la motivación, querer hacer.
Jon: Son, entonces, actos repetidos que determinan el actuar de una persona. ¿Cuáles son las características fundamentales de los hábitos positivos?
Joaquina: Tienen una función estimulante, de promoción de comportamientos. Además, tienen una orientación definida, no son actos aislados. Por último, se potencian unos a otros. El hábito deja huella y predispone. Requiere predisposición y constancia. Hace la cosa más fácil, rápida y placentera. Uno vez adquirido un hábito se puede empezar con otro. Si el hábito no se ejercita se va perdiendo de la misma manera que si se ejercita con frecuencia, aumentará.
Como el inicio de todo este proceso es la misión, adjunto un cuestionario para su formulación:
CUESTIONARIO PARA LA FORMULACIÓN DE LA MISIÓN
1 Expresa en forma positiva tu misión en la vida
¿Qué es lo que quieres o deseas?
2 Verifica entorno, tiempo y tamaño
¿Cuándo, dónde y con quién la quieres?
¿Es alcanzable y motivadora? ¿Es limitante?
3 Enmarca la misión en una dirección
¿Cuál es el beneficio mayor al que va a contribuir tu misión?
¿De que te alejas al pretender esta misión?
¿A que te acercas?
4 Comprueba la dirección
¿Cómo te darás cuenta de que estás en tu misión?
¿Cómo se daría cuenta otra persona?
5 Escribe las Limitaciones, recursos y necesidades
¿Qué te impide ir en la consecución de tu misión?
¿Qué tipo de interferencia se te podría presentar?
¿Qué necesitas para lograr tu misión?
¿Tienes habilidades suficientes para conseguirlo?
- Chequeo ecológico de la misión
¿En que te beneficiaría si acometieras tu misión?
¿Qué podrías perder en el intento?
¿Cómo afectaría a tu entorno si lo lograras?
¿En qué sería tu vida diferente?
¿Qué áreas o personas resultarían afectadas?
¿Realmente deseas fijar esta misión para tu vida?