167 Hiperactivo e hipoactivo

Estamos cocinando una ensalada. Es la comida habitual de muchos de nuestros. Pero esta ensalada es diferente, y la verdad, me gustan más otras. Pero todo tiene su sentido.

Joaquina: Hay una realidad que es nuestra única y exclusivamente, que es de la que tenemos que tomar conciencia. Hay un mundo con los demás donde compartimos las culpas, y hay un mundo dónde realmente actuamos, que es donde nos vengamos de los demás: el mundo de la toma de conciencia. Esto vale para los tres niveles, el del yo, el de los sentimientos y el de la materia. En cualquiera de los niveles hay una toma de conciencia que es solamente nuestra. Hay un compartir con la otra persona en el cual vemos en los otros lo que nosotros tenemos, y hay una venganza donde actuamos porque realmente no queremos tomar conciencia de que el problema es nuestro. En el nivel de la venganza se enferma. Debemos conjugar todos los conocimientos que tenemos para romper la tendencia que tenemos a hacernos daño, sea física, emocional o personal. Si tenemos una enfermedad física la desarrollamos somáticamente en el cuerpo; si es psíquica en la relación tenemos una enfermedad de comportamiento psicológico; si tenemos un conflicto en el tí mismo enfermamos en el nivel de conciencia, epilepsia, Parkinson…

Jon: Entonces, así es como se originan las enfermedades: desde no querer mirarme donde yo tengo la dificultad, miro en la otra persona con la que me relaciono, veo que esa persona tiene la culpa de lo que me está sucediendo y entonces inmediatamente me vengo. ¿No?

Joaquina: Te pongo un ejemplo. Una persona que tiene un comportamiento autoritario en la materia y no quiere darse cuenta de que ese es su conflicto, piensa que los demás no quieren compartir con él las cosas y a partir de ahí les castiga con pereza. El problema de esa persona es el autoritarismo, las cosas tienen que estar como dice, cuando dice, y en el momento que dice, pero no quiere darse cuenta de que ése es su problema. Entonces, lo que hace es lanzarlo contra los demás. Las personas con las que está, por ejemplo, la pareja, es una persona que no le deja las cosas, que se las quita, no comparten. Pero hay que fijarse en qué es lo que no comparten. Si por ejemplo fuese autoritario en la casa y no quiere compartir el dinero y el sexo, inmediatamente se va a vengar no trabajando. Aquí enfermará, y como es la pereza, enfermará del hígado y del estómago que son los órganos de la actuación.

Jon: Cada acción tiene su consecuencia. ¿Cómo se puede manejar para que el resultado no sea la enfermedad?

Joaquina: Lo primero es parar la acción, en el ejemplo anterior la persona tendría que dejar la pereza, e inmediatamente mirar qué es lo que ha dicho que esa persona no comparte y ver porqué no lo comparte.

Jon: Con eso ya se estaría mirando a sí misma.

Joaquina: Y entonces verá que no lo está compartiendo, porque las cosas tienen que ser como yo digo y cuando yo lo digo. Si no rompe el autoritarismo sigue enfermando, pero no será con enfermedades fuertes ni con dolores intensos. Por ejemplo, una mujer que tuviera este componente, si es una mujer tendría miomas y si es un hombre próstata. Esto significa que el mioma lo va a reflejar en la venganza. Si es una persona que tiene miomas será perezosa sexualmente, si es un hombre y tiene próstata, tendrá problemas de que no actúa sexualmente con libertad, o engaña, o es indolente en la sexualidad y a partir de ahí se le producirá la enfermedad.

Jon: Y el arreglo de la enfermedad es…

Joaquina: paro la pereza, miro qué es lo que yo no quiero darle a la persona e inmediatamente tomo conciencia de mí mismo. Para hacer un trabajo personal mucho mas rápido he dividido el cuerpo en tres partes. La cabeza sería la toma de conciencia, el tronco el mundo de las relaciones, y las piernas de la pelvis hasta abajo el mundo de la materia. La venganza siempre está abajo, en la materia.

Jon: Pero al contemplar el cuerpo como un sistema afectaría al resto de las partes ¿no?

Joaquina: Evidentemente, cuando nos estamos vengando se refleja en todo el cuerpo porque estaría en los tres planos: el cuerpo sería el plano de la materia, los sentimientos en el plano de los sentimientos, y la razón en el plano de toma de conciencia. A pesar de tener implicadas las tres partes del cuerpo, la toma de conciencia es la que está menos armónica respecto de las otras dos. La enfermedad física se va a reflejar en todo nuestro cuerpo, pero donde más acusada tengamos la enfermedad es donde más vamos a tener que mirarnos. Una persona que cambie constantemente la cara, que de pronto la veas bien, y luego mal, es una persona que tiene que hacer una toma de conciencia del ti mismo. Una persona que se le hincha mucho el abdomen, que de pronto siente que no puede respirar, tiene que tomar la conciencia con sus padres, con la relación de los sentimientos, con la vida familiar. Y una persona que tiene que tomar conciencia de la pareja, del mecanismo que tiene en la vida tiene que mirarse sus piernas principalmente.

Jon: Dame más ejemplos concretos, por favor.

Joaquina: Por ejemplo, todo lo que esté reflejado en las piernas es un no asumir el mundo de la materia, la pareja, lo cual no quiere decir que tengas un problema con la pareja, significa que no asumes el tener una pareja. Hay personas que deciden no tener una pareja e inmediatamente bloquean su parte de abajo. El cuello es no querer implicarte en el ti mismo, es decir, no quieres vencer la situación. El coxis es el punto donde vas a mirar a tus padres, pero reviertes en la pareja. Todas las personas que no quieren llegar a mirarse generarán la tensión importante abajo. Tendrán problemas de dinero, de sexo, todo lo que sea abajo, porque sino miraría a mis padres. Sin embargo, ahí no quiero estar al darme cuenta de que mis padres y yo tenemos mucho que ver, y ahí si que hay un gran problema.

Jon: El conflicto creo yo que está cuando pasamos al punto de crecer, el mundo de la materia, el mundo adulto, de padres, pareja… y por último nosotros. Casi todo el tiempo estamos con problemas con los padres y la pareja. Y no caminamos.

Joaquina: Así es, y en todo este proceso empleamos toda la vida. Vamos creciendo y el problema empieza en el colegio, sigue con los padres y nos lanzamos a la pareja a matar, culpándola de todo. Todo esto es el 90% de la vida de las personas. En este proceso lo único que queremos es recoger.

Para disolver, adelantando tu siguiente pregunta, esta situación podemos usar la ley de los 5 elementos, para así destruir la enfermedad. Ahí vas a ver que la tolerancia y la paciencia se nutren de la grasa, la conciencia y la creatividad de las vitaminas, la acción de los hidratos, el desapego y la liberación se nutren de las proteínas y la confianza de las sales.

Jon: Lo cual quiere decir que para que podamos corregir cualquier patología o comportamiento, tenemos que recurrir a la forma de alimentar la situación y que se pueda resolver.

Joaquina: Con el ejemplo de la pereza, esta persona estaría en la acción que significa que actúa mucho o actúa muy poco. Una acción equilibrada es aquella que le permite a la persona nutrirse del movimiento y del descanso. Cuando no hay un movimiento del nutriente y del descanso es cuando surge la patología en la acción, y cuando hay una patología en la acción, hay una patología en el estómago y en el bazo-páncreas. Es decir, que las personas que están hiperactivas y lo hacen para algo estarán enfermando. Un exceso o defecto de acción las va a llevar a desconfiar de lo que hacen. Desde no tener confianza en sí mismas van a perder su creatividad y desde ahí se van a apegar a las cosas donde pasarán a expresar la intolerancia y la impaciencia.

Jon: Es decir, la hipoacción y la hiperacción son lo mismo: pereza, problemas en la acción. El hipoactivo contiene y su pereza la mostrará con intolerancia lo que le hará apegarse a las cosas y ser rencoroso. Desde ahí no tendrá creatividad y pasará a la desconfianza expresada con autoritarismo. Como no hace nada necesita estar intolerante, impaciente, para que no se note que no está haciendo nada.

Joaquina: Necesita grasa mientras que el hiperactivo la grasa llega al final del todo y no la necesita. Para la acción se necesita grasa (aceite de oliva y aceitunas). Tendrá problemas de próstata, de vejiga, de riñón. La persona hiperactiva necesita mucha sal y agua, tendría que nutrirse con cosas que llevaran sal, verdura, etc. Lo que necesita para que se mueva el hidrato es que estén lubricados todos los órganos. Aunque coma hidratos y tengan grasa no hay problema porque los está consumiendo constantemente. Para solucionarlo hay que darle agua fuera de las comidas, tomar muchas vitaminas en forma de frutas, verduras y hortalizas. Tiene que conseguir desapegarse a costa de comer proteínas muy ligeras como pescados, y eliminar las carnes. Para solucionarlo, el hipoactivo debe empezar a mover un poco su tolerancia, un poco liberarse de cosas, un poco la creatividad (creatividad conceptual), hacer ejercicios de paciencia y desapego y liberando rencores llega a la desconfianza casi sin existir. La trampa es el hidrato, comer hidratos le paralizará siempre.

Jon: Es un trabajo personal duro.

Joaquina: Un trabajo personal lo que hace es buscar la solución donde no nos sentimos agredidos. Lo que notes como el punto mas fuerte de tu situación nunca intentes cambiarlo a la fuerza, porque eso es lo que buscas para detener todo un proceso. Debes darte cuenta de que el esfuerzo del trabajo personal es que es un trabajo de encuentro contigo mismo, un trabajo de mirarte a ti mismo donde tienes un punto de fricción constante, dándote cuenta de que no se equivocan los demás, te equivocas tu. Los hemisferios son una parte importante en la curación. La persona que hipoactúa tiene que estar todo el tiempo hablando en detalle, viendo el detalle y haciendo figuras geométricas para potenciar el hemisferio izquierdo. Y una persona que hiperactúa tiene que estar continuamente viendo lo analógico, lo holístico, lo inconcreto para potenciar el hemisferio derecho.

En ambos casos, deberían seguir este orden:

  1. Alimentación
  2. Manejar los hemisferios
  3. Posturas corporales. Para corregir los meridianos
  4. Tomar conciencia del movimiento
  5. No imponer algo que quieran hacer. No manipulación
  6. No aceptar nada que los demás les quieran obligar a hacer si va a través de la manipulación
  7. Comer alimentos amargos para aumentar la consciencia: apio, pomelo, endivia.
  8. Tener cerca personas creativas (conceptual uno y artísticas la otra)
  9. Cantar
  10. Andar descalzos todos los días, sobre madera o piedra, y masajearlos con aceite de oliva

Como plus, una receta de ensalada amarga para elevar la conciencia y potencia el Yang

(Cambiando el pomelo por queso de Burgos se convierte en cena)

RECETA para ensalada con el máximo nivel de hierro:

  • Granada
  • Pomelo
  • Cogollos
  • Apio
  • Berro
  • Perejil

Salsa:

Aceite de oliva con granada, pomelo y apio.

No es recomendable para personas con la conciencia muy excitada, o personas que hablan, pero no viven lo que dicen. Siempre tenemos que ver dónde estamos situados, y dependiendo de ello tendremos una respuesta de lo que deberemos comer. Por ejemplo, una persona que esté en exceso de tolerancia no puede tocar las grasas, ni el aceite. Debemos hacer una digestión donde por el estómago pasen los alimentos muy rápido. La digestión de las proteínas es en el estómago, la de los hidratos en el duodeno y la digestión hepática está en el duodeno junto con el hígado y el páncreas. Luego está la digestión intestinal que es la más importante.

Lo que hemos hecho con estas dos personas (hiperactivo e hipoactivo) Lo que conseguimos es una depuración para anular la venganza y no enfermar. Trabajar la venganza: la tensión uno y la pereza el otro.

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