Joaquina: Parto de la hipótesis de que tenemos un líder interior que le falta dirección, que le falta que le dirijamos, que le hagamos salir, que le hagamos trabajar y sobre todo que nos preguntemos si el liderazgo es una meta o una consecución de cosas.
Jon: Alguien que tiene una estrategia, la analiza y la pone en efecto, y los demás la siguen entonces sí es un líder. Y también es un líder de sí mismo.
Joaquina: Puedes ser líder de ti mismo, pero entonces tienes que hablar de los 2 ó 3 personajes que tienes en este momento discutiendo. Tenemos un grupo de baloncesto que se llama hígado, riñón, corazón y páncreas y pulmón. Esos 5 jugadores hablan de forma diferente. El riñón te dice: “confía que lo puedes hacer”, mientras que el hígado te dice: “paciencia para hacerlo”, el corazón te dice: “ojo hay que tener encuesta a los demás y mira si sabes todo lo que vas a hacer”, mientras que el bazo – páncreas te dice: “antes de actuar analiza y decide” y el pulmón anima: “a por ello”. Pero eso es cuando el líder está activo.
Jon: Y el diálogo cuando está en negativo…
Joaquina: El riñón dice: “tú no puedes ni de lejos”, y te cuenta todos los momentos que no has podido. Y viene el hígado y te dice: “mira ese como lo esta haciendo”, critica todo lo que hay alrededor y además se pone muy impaciente. Llega el corazón y dice: “no tomes conciencia de nadie, haz lo que te de la gana, pasa por encima de todo el mundo, tú eres el que sabe”, para llegar al bazo – páncreas: “esto, como no lo apures, no sale. Esto va fatal”.
Jon: ¿Esta es la conversación interna que tengo con mi equipo de baloncesto?
Joaquina: Pero te voy a contar un poco también el que tienes de futbol, de béisbol, de futbol americano… Dentro tienes una orgía de desenfreno que está continuamente tocando la batería para que no escuches la realidad de lo que puedes hacer. El líder interior que tiene una conversación macabra con nosotros mismos hace un recuento permanente de lo que no hemos conseguido. Creo que, en realidad, estamos siendo permanentemente los criados de nuestra pérdida de control de nuestro miedo.
Jon: ¿Cómo trabajar el liderazgo activo?
Joaquina: Con 5 pasos. La primera cosa que debes encontrar es la voluntad para conocerte. En los años que llevo trabajando, y son muchos, no he encontrado a nadie que se siente a mi lado y me diga: “Joaquina me quiero conocer”, personas que me admiran han llegado a odiarme porque simplemente a través de mi trabajo se han conocido, y eso me a aparecido lo más duro que se puede vivir como profesional. Creo que cuando un ser humano no se permite conocerse no hay ninguna posibilidad de que sea líder. Y conocerse es conocer qué soy capaz de hacer en positivo, y qué soy capaz de hacer en negativo.
Jon: Hay cosas que te dejan mal cuerpo.
Joaquina: Esas son las cosas que has venido a cambiar, independientemente de que te guste o no. Hoy tenía un trabajo con los alumnos de Comunicación Aplicada. La semana pasada tuvieron que contar el momento más triste de su vida y lo pasaron fatal. Hoy tenían que contar el momento más bonito de su vida, y lo pasaron fatal. No sé que pasó, pero lo pasaron fatal en los dos momentos. Y me pregunto si la única diferencia que tenemos como seres humanos es nuestra capacidad de comunicarnos y hasta nos cuesta trabajo hacerlo, y decir las cosas que hemos vivido positivas o negativas. Estamos haciendo daño y no somos capaces de descubrirnos haciéndolo. Estamos haciendo bien y no somos capaces de descubrimos haciéndolo.
Jon: Sí, es como si viviéramos en una falsa inconciencia de quienes somos y lo que hacemos, y eso nos procura una falsa sensación de irresponsabilidad.
Joaquina: Yo puedo ser el ser más vil de la Tierra, pero dedico las 24 horas del día a poder conocerme, y cuando alguien me dice: “Joaquina has echo esto” solo tengo agradecimiento hacia ello, porque me parece una crueldad no conocerme a mi misma. Me levanto por la mañana y me digo: “Joaquina esto hoy no está bien, a trabajar” y si luego viene alguien y me lo dice lo reconozco y me pongo a trabajar sobre ello, pero no creo que nadie que me diga que hago mal y si encima me lo argumenta mucho mejor. Entonces piensa que cada vez que no te quieres ver destruyes tu camino de liderazgo. Cada vez que te disculpas por algo que has hecho y que sabes tangiblemente que es verdad, que no lo has hecho correctamente, acabas de destruir tu líder interior. Sin embargo, cuando reconoces que lo has hecho incorrectamente, y quieres aprender cómo arreglarlo, lo acabas de resolver. Esa es la diferencia.
Jon: Entonces, el primer paso para el liderazgo es reconocer mi voluntad y ponerla al servicio de mi autoconocimiento.
Joaquina: Y te puedes conocer comiendo, haciendo sexo, cogiendo dinero, caminando por la calle, relacionándote con un amigo, dando formación… Te puedes conocer haciendo cualquier tipo de cosa. Todo es una imagen palpable de quienes somos. Ése el primer paso. Haz un ejercicio de observación interior sobre qué es lo que no quieres que nadie te vea. Obviamente si quieres que no lo vea es que ya lo vistes pues si no ¿para qué vas a querer que no vean algo que no sabes qué es? Lo que yo veo en ti lo ve todo el mundo, lo que pasa es que son tan bellacos que no te lo cuentan. Tú lo único que tienes es una pandilla de falsos a tu alrededor vamos ni lo dudes; tus amigos, tu familia todo el mundo sabe quién eres. No sabrán los detalles, seguramente a esa profundidad no llegan, pero no es importante lo que haces en la mecánica del hacer, es importante lo que te lleva hacer esa mecánica. Qué importa si nuestra mentira es mas grande o mas pequeña, pero las personas se han dado cuenta, si eres egoísta o eres generoso, de quién eres.
Jon: Ponme un ejemplo.
Joaquina: Imagínate que tienes una novia y se la presentas a tu mejor amiga, y te dice que es encantadora. ¿Qué te está diciendo?: que no le gusta. Pero tú sigues con ella. A los seis meses se rompe la relación y tu amiga te cuenta todo lo que no te a dicho ese tiempo. Esas son las amistades.
Jon: Pero ¿por qué?
Joaquina: Porque el primer día que te han querido decir algo casi los matas. Pero la gente nos ve. Donde pones la fuerza exterior está la debilidad interior. Cuanto mas delicado seas por fuera más duro eres por dentro. Cuando intentes permanecer siempre en la mejor forma, por dentro está tu mundo que no soportas. Si es equilibrada tu forma de estar, si ahora te enfadas un poco etc.… no pasa nada. El líder expresa con total tranquilidad todas las facetas de su personalidad por que se las trabaja en el momento. El líder de verdad tiene sus cualidades en un equilibrio casi permanente por que vive del liderazgo con los demás, no de un liderazgo aislado, no participa, convive, funciona con el otro y convive con el otro.
Jon: Sí, me defiendo de la agresividad con un mundo formal muy delicado.
Joaquina: Lo que te curaría en que es empezara a exhibir esa agresividad de una manera natural, entendiendo que es un canal de cambio, un canal que te muestra que lo que necesitas es cambiar la agresividad. Cuanto más formal te muestras, mas tienes que buscar en tu mundo informal. Y así pasa con todo, cuanto más parada es la persona más movimiento tiene dentro, cuanto más te mueves fuera más quieta está dentro.
Jon: ¿Qué debería hacer?
Joaquina: Lo que tienes que hacer es encontrar la voluntad para tener el autoconocimiento pleno de toda tu agresividad, para descubrirla. Y cuando la descubras, no te critiques, simplemente mira y reconoce la materia con la que se puede reconducir. Porque el autoconocimiento te lleva a la reconducción. Entonces, lo que quieres en tu vida está mermado por tu problema con la agresividad. La primera cosa que te tienes que decir es: ¿qué quiero?: Expresar toda mi agresividad y confiar en su realización.
Jon: ¿Qué es la realización de la agresividad?
Joaquina: La paz, la serenidad, la tranquilidad, un estado diferente. Cuando realices toda tu agresividad, cuando la puedas ver sin crítica y la veas en el escenario completo, se irá. Porque ya no te necesita. El paso del líder es conocer, y conocer es reconocer lo que tienes guardado en tu inconsciente, no lo que tienes en el consciente. Lo que tienes en el consciente no es conocerte, eso ya esta ahí, eso es verse. El autoconocimiento es: penetro en mi sin ponerme ninguna traba, hasta el final. El autoconocimiento lógicamente es el inconsciente de todo eso que hemos visto antes es descubrir el dragón que tenemos dentro, y a partir de ahí empezar a dejarlo salir. Que saque todo su fuego para luego reducirle.