Hay mucha crispación en la prensa, en las redes sociales, en la calle… Como dice mi amiga Carolina: “estamos con la piel muy fina” En mi paseo con Joaquina quiero indagar en ese mundo emocional tan complejo y abrupto.
Jon: ¿Qué es lo que sucede para que el hombre pierda el contacto con lo que es y con lo que quiere ser cuando una emoción aparece? Y da igual si es una emoción de éxito o una emoción de fracaso. Tenemos los mismos problemas de desbordamiento con el fracaso que con el éxito. Quizá lo que te quiero preguntar es ¿por qué las personas tenemos problemas con las emociones? Y ¿qué podemos hacer para descubrir la diferencia entre una persona ordenada emocionalmente y una persona desordenada emocionalmente?
Joaquina: Cuando eres niño, tienes el cuerpo lleno de sensaciones. Tus sentidos están totalmente disparados. Y permanece así casi toda la vida, sobre todo los varones. Las emociones se empiezan a desarrollar en la época juvenil. Los jóvenes tienen las emociones desbordadas, creen que las cosas son de una manera y las defienden a muerte. A tu edad deberías ya manejar sentimientos. Lo que sucede es que está pasando algo dentro de ti que en este momento te está desajustando. Sería ponerle pensamiento a las emociones. Eso es Inteligencia Emocional.
Jon: Entonces puedo decir que la Inteligencia Emocional siempre es un buen manejo de las relaciones humanas, ya que es la relación humana la que nos hace perder o ganar en inteligencia.
Joaquina: El primer elemento por el que la Inteligencia Emocional es imprescindible es porque cuando una persona se relaciona con otra persona se encuentra con la lucha de intereses, y ahí es cuando, de alguna manera, pierde su inteligencia. Cuando la Inteligencia Emocional se pierde es cuando tenemos expectativas que no cubrimos. Esas expectativas están posicionadas en 3 bandos: La expectativa que tengo sobre mí; La expectativa que tengo sobre ti; Y la expectativa que tengo, sobre todo. Las tres preguntas que te tienes que hace r son:
- ¿Qué expectativa tengo yo con respecto a mi propia Inteligencia Emocional?
- ¿Qué expectativa tengo yo con respecto a las personas más cercanas a mí (mi pareja, mi madre)? Las personas con las que tengo un vínculo con una expectativa direccional e inmediata.
- Y ¿qué expectativa tengo yo con respecto a la sociedad? que es más lejana, pero con la que me tengo que enfrentar.
Jon: Las expectativas, entonces, son las que nos dicen si tenemos problemas con la Inteligencia Emocional. La primera pregunta se podría formular como: ¿Qué estoy esperando yo de mi mismo en relación con mi vida? ¿Qué estoy esperando de mi mismo en relación con mi desarrollo físico, emocional e intelectual?
Joaquina: Lo primero que tienes que saber es si en el yo has puesto ese ejercicio de conocerte, de aceptarte y de motivarte: ¿Estoy viviendo conmigo perfectamente? ¿Hay cosas de mí que no conozco? Si no me conozco ¿Cómo me voy a poder relacionar bien con el otro? ¿Me acepto o soy una persona que me critico? Y si me critico, ¿cómo me voy a poder relacionar bien con los demás? ¿Tengo una motivación y la vivo? Si no tengo mi motivación, ¿cómo voy a intentar que los otros acepten mis motivaciones? Estas son las preguntas tienes que hacerte para descubrir tu inteligencia intrapersonal, es decir, donde estás en relación con el mundo.
Jon: En el conocimiento del yo. La primera cosa que me pregunto es: ¿qué conozco de mi mismo para estar preparado para cualquier cosa que pueda suceder? Para analizar lo que está fundamentando mi yo, tengo que preguntar en 3 niveles: ¿Quién soy? ¿Cómo soy? ¿Por qué soy?
Joaquina: Así es. Te pongo un ejemplo conmigo misma: ¿Quién soy yo? En relación conmigo, no en relación con nadie. ¿Quién soy yo aquí y en el ahora?: Una experta en Inteligencia Emocional. ¿Cómo soy como experta en Inteligencia Emocional?: Una experta que busca el cambio de cualquier persona que le esté escuchando. ¿Por qué?: Porque pienso que, si no hay un cambio permanente en la persona, la persona no es feliz. Si no tienes la capacidad de hacerte y contestarte estas preguntas, te provocará que el “quién soy yo” enrarezca el “cómo soy yo”. Soy alguien que no me acepto y, por lo tanto, no me encuentro bien conmigo mismo.
Jon: Tengo la sensación de que el “¿quién soy yo?”, “¿cómo soy yo?” y “¿por qué soy así?” es una unidad.
Joaquina: Además, el conocimiento del yo te dice para que estas aquí. Cuando vas haciendo tu estructura, lo que vas rellenando te va dando una identidad que te hace ser único. En el momento en el que sientes que lo que eres es bueno, que te gusta lo que eres, lo que va sucediendo es bonito. En el momento en que te das cuenta de que el “qué soy” no te gusta, ya todo lo demás te empieza a dar problemas. El conocimiento del yo es conocer todas las facetas donde puedes llenarte de tu yo.
Jon: Se podría hacer un diario de conocimiento, descubriendo todas las facetas que tengo y puedo aprovechar. ¿Y ahora?
Joaquina: Ahora viene la aceptación. ¿Qué aceptas de ti? ¿Qué es en lo que piensas de ti y dices “Soy lo mejor”?
Jon: ¿Y si acepto todo?
Joaquina: Por muy de Bilbao que seas Vamos a ver esto para darnos cuenta de que tenemos, tienes una parte que no aceptas. En la parte que aceptas te sientes muy bien. En la parte que no aceptas te sientes muy mal. ¿Qué aceptas y como expresas eso que aceptas? Porque hay personas que aceptan de sí cosas, pero no las expresan. Difícilmente aceptamos la tensión que provoca mirarnos. Cuando nos confrontamos con algo lo pasamos un poco mal, de momento… pero nos cambia la vida.
Jon: Bueno, aceptamos una confrontación cuando no nos toca. Y cuando nos toca queremos que el proceso se haga más delicadamente, mas largo.
Joaquina: Este es el problema más grave de la Inteligencia Emocional: la falta de aceptación de nuestra realidad. Si no aceptas tu realidad, la que es de verdad, tarde o temprano te va a pillar tan desprevenido que te va a destruir. Porque la realidad de la vida es que hay enfermedades, la realidad de la vida es que hay finales de relación, la realidad de la vida es que hay amor que no es eterno, la realidad de la vida es que hay riqueza, hay pobreza… Si no tienes conciencia de lo que tienes fuerte para luchar contra lo que la realidad de la vida te va a deparar, te va a pillar desprevenido. Pero si te ves fuerte en algo, te va a pillar mucho menos desprevenido. Busca lo que tienes muy bueno para hacer frente a la realidad. Lo que no tan bueno también lo puedes mirar, pero no es tan necesario que lo mires todo el día. Porque si todo el día estás mirando la luz, la luz apaga la sombra. Si miras la sombra, no voy a tener nunca luz. La luz no tiene sombra. La sombra jamás tiene luz.
Jon: Efectivamente, lo que tengo fuerte es lo que debo expresar, porque es mi valor, y es en mi donde tengo que trabajar lo positivo. Viene a ser la autoaceptación que me va a permitir vivir en equilibrio conmigo mismo
Joaquina: Si no tienes la cualidad sobre la que nutrir tu Inteligencia Emocional individualmente, no serás nada en la vida. Eso te va a sacar de cualquier situación: de una enfermedad, de una pérdida…porque eso es lo que te da la luz. Lo que más acepto de mí es aquello que me permite tener la luz de mi misma. El único ser que te conoce eres tú mismo. El que el otro te diga que eres estupendo no va a provocar nada. Pero si tú eres capaz de decir: “Esto es lo que yo soy y lo acepto” tendrás las emociones ordenadas.
Jon: ¿Qué es lo que nos hace vivir en las emociones desbordadas?
Joaquina: La falta de aceptación personal, que nos lleva a la falta de aceptación de lo que pasa en el mundo. Yo elijo ser algo porque ante cualquier situación me encuentro conmigo misma, me permite permanecer autentica. Cualquiera puede ser algo, por ejemplo, directo, honesto… Si lo expreso empieza a hacerme individual. Y a mi en particular, porque lo elijo, me conforma. Lo elijo porque soy yo en cualquier medio y cualquier lugar. Me permite permanecer autentica. ¿Notas la diferencia de utilizar la mente a utilizar la emoción?