Jon: El otro día hiciste una equivalencia entre lo que te iba contando de la casa y los tres cerebros. ¿puedes abundar un poco?
Joaquina: En la casa debemos tener en cuenta tres aspectos importantes a la hora de analizarla: Primero buscaremos los elementos que definen los tres cerebros, reptil, límbico y neocortex de una forma estructural y no personalista. La importancia que nosotros le damos a cada uno de estos conceptos nos va a permitir conocer cuál de los tres cerebros es el que rige nuestra conciencia de la casa. En segundo lugar, desarrollar la funcionalidad tanto física, emocional y de conciencia de cada uno de los aspectos de la casa. Por último, la casa es el primer lugar donde empezamos a desarrollar los principios de nuestra vida. Es el centro de aprendizaje y donde vemos por primera vez la función maestro/alumno, por lo tanto, conocer en profundidad nuestra actitud desde la forma y aceptar el contenido nos ayudará al desarrollo del estudio.
Jon: Perfecto, empezamos entonces por el cerebro reptil. El cerebro de la supervivencia.
Joaquina: El desarrollo del cerebro reptil dentro del hogar se produce cuando somos capaces de desarrollar los principios de supervivencia más básicos, donde no intervienen ni sentimientos ni conciencia. Es decir, hablaremos de nuestra capacidad de comer, dormir y desarrollar una higiene en busca de la mejor forma de mantener nuestra salud. Todas las piezas de la casa forman parte del cerebro reptil, pero los regentes son los cuartos de baño y la cocina. La base de la vida física está fundamentada en los principios catabólicos, desecho, y los anabólicos, nutrición. En un tercer lugar estaría el dormitorio, al que no le damos importancia porque el cerebro reptil duerme en cualquier sitio.
Jon: Luego viene el desarrollo emocional en el cerebro límbico.
Joaquina: En la casa es donde por primera vez se desarrollan nuestros sentimientos. Una vez cumplidos los cuatro años nuestra vista se centra en nuestra madre, y desde ahí vamos pasando a nuestro padre y al resto de la familia. La casa y la madre son los dos símbolos junto con el agua, representativos por excelencia de las emociones. En la casa se desarrollan los sentimientos más afectivos, bucólicos y aquellos sentimientos más prácticos y de desarrollo. El cerebro límbico tiene de representantes de espacio: el dormitorio, que es donde aprendemos a recibir las ternuras de nuestra madre, y la zona de estudio donde vamos llenando de conocimientos y de reflexión, preparándonos para nuestros estudios y posterior trabajo.
Jon: Y nos queda en neocortex.
Joaquina: Hacemos una elección de lo que ha sido válido para nosotros en el comedor, y nuestros pensamientos y formación experimental la entregamos en el salón.
Jon: Deduzco por lo que dices que hay en la casa tres aspectos intimistas: los baños, los dormitorios y el comedor; y tres aspectos a compartir: la cocina, el estudio y el salón.
Joaquina: La casa tiene como principio fundamental nuestra capacidad de convivir, primero con nosotros mismos y luego con los demás. Según cuál haya sido el desarrollo de nuestra vida en el hogar en la primera etapa, vamos a ser capaces de ir viviendo etapas posteriores. Si la vida familiar nos ha llevado a compartimentarnos, aislarnos o sentir que los demás son una hostilidad, habrá elementos de la casa que nos resulten incómodos y en algunos casos hasta enfermizos. Los tres cerebros están expresados externamente en nuestro cuerpo: El cerebro reptil lo representan nuestras piernas, el cerebro límbico nuestro tronco y el neocortex nuestra cabeza.
Jon: En plan cuadro, quedaría así:
Mundo íntimo | Mundo externo | |
MENTAL. Cabeza. Neocortex | COMEDOR: solo o acompañado | SALÓN: compartido |
EMOCIONAL. Tronco. Límbico | DORMITORIO: solo o compartido | ESTUDIO: compartido si se vive con alguien |
FÍSICO. Piernas. Reptil | BAÑO: sexo solo | COCINA: dinero acompañado si se vive con alguien |
Todo esto me llama a retomar el concepto de la casa griega: oikos. El término tenía un sentido amplio y un tanto ambiguo en el mundo griego. Podía ser utilizado para referirse a la comunidad humana básica, la familia, en su conjunto, pero también separadamente dependiendo del contexto. También puede designar solo el aspecto físico de la casa, o las propiedades que hay en ella. Así casa, propiedades y familia son los componentes del oikos. Aquí empieza la primera transformación de la casa. El hogar establece una identificación con sus ocupantes. Un hogar es así una casa, mas la gente que la habita, mas los objetos que guarda.
Joaquina: El hogar nos dan un reflejo de la condición de nuestra alma. Los hogares que creamos y donde habitamos interior y exteriormente, manifiestan un aspecto de nuestra alma. Necesitamos ver la casa como algo más que un objeto en el que habitamos. Lo que transforma la casa en hogar es la conciencia de aprender. Es la conciencia del mundo emocional y la relación con nuestra madre.
Jon: Me imagino que, en este contexto, “madre” como la parte femenina de nuestro padre y de nuestra madre.
Joaquina: Así es, en el hogar tienen que convivir estas dos energías, la del padre y la de la madre, y ambas deben mostrar sus lados femeninos en el hogar, dejando los lados masculinos para el trabajo. Esa mente femenina de ambos sale a la luz en las distintas funciones domésticas y lo que cada una de ellas significa.
- Limpiar el polvo: es la capacidad de limpiar la basura interior.
- Limpiar los cristales y ventanas: es permitirse ser transparente.
- Ordenar armarios: Es permitirse que el “ser” esté ubicado donde quiere estar
- Hacer la cama: Es la capacidad de limpiar el sexo.
- Cocinar: es la entrega, el recuerdo de la madre nutridora.
- Fregar: El agua está en relación con la pureza.
- Planchar: es quitar dobleces, buscar la simplicidad de las cosas, pero profundizando en ellas.
Jon: Y, por lógica, la limpieza de la casa habría que empezarla por lo mas íntimo: los cuartos de baño.
Joaquina: En realidad, siguiendo las leyes de los 5 elementos, las dos secuencias óptimas serían:
EN GENERACIÓN:
- Baño
- Dormitorio
- Salón
- Estudio
- Cocina
EN INTERDOMINANCIA:
- Baño
- Salón
- Cocina
- Dormitorio
- Estudio
Jon: ¿Por qué es esto tan importante?
Joaquina: En nuestra infancia vivimos los procesos de crecimiento en el hogar y todo lo que se haya quedado atascado en esta época, lo repetiremos de adultos. Por ejemplo, la pereza para obedecer en el crecimiento lleva a tener dificultades manteniendo el trabajo en la edad adulta. El hogar es la paz, la tranquilidad, donde se van alternando los períodos de calma propiciados por la madre, con los períodos de flujo traídos por el padre. Este hogar está antes que el trabajo, y si no se consigue hacer hogar nunca viviremos una situación óptima en el trabajo.
Jon: Y ahora que ya somos adultos…
Joaquina: Para conseguir este hogar en edad adulta, el principio más importante es la integridad. Esta integridad consiste en la relación existente entre el daño recibido y el daño causado. Casi todos tenemos situaciones vividas en el hogar natal que nos hicieron un daño que provocó un sufrimiento, con mayores o menores consecuencias. La integridad en nuestro hogar adulto la conseguiremos no haciendo a otro lo que nosotros sufrimos. Parando cualquier situación por acción u omisión que sea similar a alguna vivida, evitando así que la persona con la que estamos quede dañada de la misma manera que quedamos nosotros. La integridad en el hogar es dar lo que nos ha proporcionado felicidad y no dar aquello que no ha hecho daño.
Magníficas vuestras dos primeras aportaciones.
Muchas gracias por esta aportación en este delicado momento.
Un abrazo
Miguel Martínez de Lizarrondo
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Muchas gracias a ti por leerlo y comentarlo. Un abrazo
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Buenísimo Jon, me ha encantado y super útil ahora. -Gracias infinitas.
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Gracias maría, un abrazo¡¡
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Muchísimas gracias Jon por tu dedicación,por tu esfuerzo y por tu increíble sensibilidad¡¡¡ Y en plan personal, cuantas ganas tenía de que comentaras este tema. Muchos besos y mucha felicidad.
Beatriz
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Muchas gracias por tu comentario Beatriz¡¡¡ un abrazo grande¡¡
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